Entierran a estudiantes masacrados en Peru en 1992
LIMA, Peru — Los restos de dos estudiantes universitarios asesinados y desaparecidos en 1992 en una masacre perpetrada por un escuadron militar creado por el entonces gobierno del presidente Alberto Fujimori para combatir al grupo rebelde Sendero Luminoso fueron enterrados el sabado, tres decadas despues de aquel tragico acontecimiento.
El 18 de julio de ese año, el grupo militar irrumpio en la universidad Enrique Guzman y Valle, “La Cantuta” —nombre que se le dio al caso— y tras llevarse a nueve estudiantes y un profesor los asesino y sepulto en fosas clandestinas.
Por esta y otra matanza —la de 15 personas en un barrio popular durante una fiesta en Barrios Altos, en 1991, Fujimori fue condenado a 25 años de prision.
Luego de una prolongada lucha de los familiares de las victimas para exigir al Estado su busqueda, localizacion e identificacion, recuperaron algunas partes de los restos de cinco de los nueve estudiantes desaparecidos, de los cuales dos se sepultaron el sabado en un cementerio de Lima.
Los otros restos fueron trasladados por sus familiares a cementerios de otras zonas de Peru.
En el camposanto limeño de El Ángel, un halo de melancolia y dolor, ahondado por la musica andina, acompaño la ceremonia. “No hemos desistido de exigirle al Estado” la resolucion, justicia y reparacion, dijo a The Associated Press Carolina Oyague, hermana de Dora Oyague, una de las victimas.
Entre lagrimas, recordo el dia en el que, a los 21 años, su hermana que estudiaba educacion inicial, “fue secuestrada, torturada, ejecutada extrajudicialmente, calcinada, enterrada, desenterrada, incinerada y desaparecida forzosamente”.
“No se si (se) puede llamar justicia a tener respuesta por crimenes lesivos 31 años despues”, reclamo, al tiempo en que llamo a la lucha de todos los peruanos para la no repeticion de crimenes de lesa humanidad.
Gisela Ortiz, hermana de Luis Enrique Ortiz de 21 años, asesinado con cuatro impactos de bala, dijo que, de los cinco restos incompletos recuperados, cuatro fueron repatriados de Londres, adonde fueron enviados en 1993 para su identificacion mediante pruebas de ADN y uno fue recobrado el año pasado.
Se trata de “un pequeño pedazo de codo” hallado en las fosas de Cieneguilla, un distrito del suroriente de la provincia de Lima, aseguro.
Aun estan pendientes por localizar los restos de las otras victimas, incluida la del profesor, segun las autoridades.
Ortiz aseguro que en Peru hay miles de desaparecidos cuyos familiares los siguen buscando y “cuyo drama es importante reconocer”.
Dijo que la principal reparacion por parte del Estado es la restitucion de los cuerpos y el reconocimiento del derecho que tienen los familiares “a la memoria, a la justicia, a la verdad”.