Elian Gonzalez, el niño balsero, ahora forma parte del Parlamento de Cuba
La Habana – El cubano Elian Gonzalez tiene los mismos ojos grandes y de mirada penetrante de hace mas de dos decadas, cuando con apenas seis años y tras naufragar junto a su madre en el Estrecho de Florida se convirtio en el centro de una disputa juridica y diplomatica entre Cuba y Estados Unidos.
Pero ahora es un joven ingeniero, se caso, fue padre de una niña, trabaja en una empresa turistica y acaba de convertirse en diputado.
“Tengo un compromiso, tengo una responsabilidad con este pueblo”, respondio Gonzalez durante una entrevista exclusiva con The Associated Press a la pregunta de por que habia aceptado la postulacion de varias organizaciones sociales a la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Parlamento cubano.
La Asamblea con los nuevos diputados -470 en total- se renovo en abril y Gonzalez ocupo una banca en representacion de su municipio natal de Cardenas, en la provincia de Matanzas y a unos 130 kilometros al este de La Habana. El cargo de parlamentario no es rentado en Cuba, por lo que Gonzalez continuara vinculado con su trabajo.
“Un hipocrita seria si le doy la espalda a mi pueblo”, sostuvo Gonzalez, de 29 años. “Creo que desde Cuba podemos hacer mucho para que tengamos un pais mas solido y yo se lo debo a los cubanos, a todos los que lucharon por mi, los que estuvieron con mi padre y eso es lo que voy a intentar hacer ahora desde mi puesto”.
Muchos tienen grababa en la memoria la dramatica instantanea del fotografo de AP Alan Diaz tomada en abril de 2000 -por la cual gano un premio Pulitzer- del pequeño aferrado a un adulto y con expresion aterrorizada mientras un agente uniformado del Servicio de Inmigracion y Naturalizacion de Estados Unidos les apuntaba con su arma. El objetivo era rescatar al niño para entregarselo a su padre.

Esa escena en una vivienda de Miami fue el final de meses de tensiones trilaterales entre Cuba, Estados Unidos y grupos de exiliados anticastristas de Florida.
Corria noviembre de 1999 cuando su madre, Elizabeth Brotons, subio al pequeño Elian de cinco años a un a bote sin la autorizacion de su padre para llevarlo ilegalmente a Estados Unidos. En el naufragio murieron 10 personas, incluida ella y su pareja.
El niño, amarrado a una camara de neumatico, fue rescatado tras permanecer varios dias a la deriva en el mar y en virtud de las leyes vigentes entonces -que otorgaban el asilo politico a los cubanos que por cualquier medio llegaran a Estados Unidos- fue entregado a un tio abuelo.
En Cuba, su padre Juan Miguel Gonzalez, un trabajador humilde del turismo, acudio al propio Fidel Castro para que lo ayudara a reclamar por su hijo.
El caso del pequeño balsero se popularizo, las camaras de television cercaban la casa en Florida donde se hallaba el pequeño y los grupos anticastristas presionaban para que se quedara en Estados Unidos alegando que su madre habia dado su vida para llevarlo a un pais con libertad civica y prosperidad material.
Mientras, en Cuba, cientos de miles encabezados por Castro se manifestaban en las calles en solidaridad con el padre.
“No haber tenido a mi mama ha sido dificil, ha sido un lastre, pero no ha sido un obstaculo cuando he tenido un padre que ha sabido dar el frente (defenderme) y estar a mi lado”, dijo Gonzalez al hacer un balance de aquellos sucesos. “Me siento un niño, un joven y un adulto dichoso”.
La entonces fiscal general de Estados Unidos, Janet Reno, dictamino que el niño debia volver con su padre, pero ante la negativa de sus parientes a devolverlo el 22 de abril de 2000 fue recuperado por la fuerza para entregarselo a su progenitor, quien habia viajado a recogerlo. El 28 de junio los Gonzalez aterrizaron en el aeropuerto habanero Jose Marti.
“Creo que lo mas importante es que he crecido como otros jovenes. He crecido en Cuba”, dijo Gonzalez.
Vestido con pantalon y playera negra, con una discreta pulsera trenzada en su mano derecha y su alianza de bodas en la izquierda, Gonzalez concedio la entrevista a AP en el Capitolio de La Habana, la renovada sede del Parlamento.
“Tambien hubo un esfuerzo muy grande de mi papa porque la prensa en los inicios de mi niñez estuviese muy alejada de mi”, relato Gonzalez.
Por años no hubo forma de acercarse al menor, pero a veces se lo veia de lejos jugando con otros niños o acompañando a su padre a actividades politicas. Castro solia visitarlo, sobre todo el dia de su cumpleaños, el 6 de diciembre.
Con los años su padre se retiro de la vida publica y Gonzalez se convirtio en cadete militar y luego en ingeniero industrial. Tambien se incorporo a una empresa de la firma de turismo Gaviota -manejada por una corporacion militar- en la provincia de Matanzas que provee insumos al sector.
“Confio en el modelo cubano y en lo que se ha tratado de construir, que no es lo que tenemos. Nos queda mucho por hacer”, dijo Gonzalez al rechazar la idea de que Cuba adopte el capitalismo el cual, dado que la isla es “un pais pequeño y de pocos recursos”, seria mas parecido al de Haiti que al de Estados Unidos, explico.
Gonzalez aseguro que no vive en una capsula y que padece y le duelen las mismas cosas que a sus compatriotas -los apagones, el desabastecimiento, los problemas de transporte- pero pidio considerar el contexto antes de acusar al gobierno.
“Todos tenemos el derecho de manifestarnos y de estar inconformes con lo que nos sucede, pero creo que siempre hay que tener la cabeza bien puesta en su sitio y pensar por que suceden las cosas antes de salir a manifestarse”, expreso. “¿Es culpa de mi gobierno o es culpa de alguien mas? ¿Quien esta haciendo que a Cuba no llegue en tiempo, en lugar y hora lo que tiene que llegar?”, se pregunto.
Gonzalez responsabilizo a las sanciones estadounidenses que, dijo, privaron durante seis decadas a las autoridades cubanas de recursos para el desarrollo, pero insistio en que se pueden lograr nexos “de amistad, de fraternidad con el pueblo norteamericano y con su gobierno” siempre que partan del respeto a las diferencias politicas.
El parlamentario integra una generacion de cubanos que protagoniza actualmente una emigracion record en algunos puntos similar a la de la decada de 1990, cuando dejo la isla con su madre.
“Respeto a todo el que tomo la decision de marcharse de Cuba. Respeto a los que hoy lo hacen como mi respeto siempre estara para mi mama”, reflexiono. “Mi mensaje siempre seria que hagan todo lo posible (los emigrados) porque en Cuba se vuelva a tener un estatus igual al de cualquier pais del mundo para… con toda esa presion poder levantar esas sanciones y poder un dia regresar con sus familias que, yo creo, es al final el anhelo de todos los cubanos”.
En lo personal, considero que vivir en Cuba fue la mejor opcion para el y le agradecio a su padre haber dado batalla para traerlo de regreso.
“Hubiese sido mucho mas facil irme y vivir mejor, tal vez hubiese vivido mejor… hubiese sido mas facil, pero no creo que hubiese sido lo correcto porque viendo tantas cosas buenas que hay aqui para salvar yo creo que lo mejor fue quedarme y luchar”, aseguro.