Turquia: el serio peligro de los agujeros negros que se tragan los campos
Konya Un agujero redondo en medio del campo, de varios metros de profundidad: asi son las dolinas de Konya, una provincia en Anatolia central donde la agricultura de regadio ha disparado un fenomeno geologico que se esta convirtiendo en un serio peligro.
Perfectamente circulares y de paredes verticales, estos huecos dan la impresion de que la tierra se ha tragado lo que hubo en la superficie.
Las dolinas, normalmente con un diametro de entre diez y treinta metros y una profundidad que puede alcanzar 30 o 40 metros, suelen aparecer de un dia para otro en los cultivos de la extensa llanura de Konya.
De momento no constan desgracias. En la dolina de Inoba, de 24 metros de diametro y 35 de profundidad “no se ha caido nadie, ni personas ni animales, porque Dios no ha querido”, dice Ibrahim, peon de una cercana granja.
Recuerda que la dolina, rodeada ahora de una valla desvencijada, se formo en 2008, cuenta a EFE.
Tambien las demas dolinas de la zona estan solo protegidas con algun resto de alambrada, y son practicamente invisibles en medio del campo hasta que uno se acerca a pocos metros del borde.
El fenomeno geologico se debe a que el terreno esta formado por roca calcarea con sedimentos que albergan capas freaticas y que pueden derrumbarse si se crea un hueco, arrastrando la tierra hacia abajo.
No es nuevo. De hecho, existen dolinas de muchos miles de años de antigüedad y cientos de metros de diametro, como la de Meyil, que conserva un lago en el fondo y es un conocido destino turistico.
Las sequias de las ultimas decadas, que han hecho bajar el nivel de agua subterranea, han facilitado la formacion de estos agujeros, con 14 nuevas dolinas contabilizadas solo en la primera decada del siglo actual.
Pero otro factor es humano: la intensa agricultura de regadio que se expande en la llanura fertil pero seca de Konya desde los años 1990, ha acelerado el fenomeno, segun un estudio de la Universidad de Ankara.
Donde antes deambulaban pastores de ovejas, ahora proliferan granjas de terneras y se planta forraje que necesita mas agua de la disponible en esta casi desertica llanura de Anatolia central, con temperaturas que oscilan entre los 40 grados en verano y los 20 bajo cero en invierno.
“Cultivamos maiz, remolacha y trigo”, señala a EFE el viejo Murat, que cuida animales en una aldea casi abandonada y ahora cubierta por la nieve, donde se ve aun el armazon de hierro de un antiguo pozo, ahora sin uso.
“Antes encontrabamos agua a 30 metros de profundidad; ahora tenemos que bajar a 120. Vienen empresas con maquinaria que perforan pozos por encargo”, agrega, señalando una tuberia que sale de la tierra.
De los mas de 100.000 pozos perforados en la llanura de Konya, un 70 % son ilegales y sirven para el regadio de plantas con alta necesidad de agua, segun el estudio de la Universidad de Ankara.
“Antes, los pozos eran de 50 metros de profundidad, ahora bajan hasta 300, incluso 400 metros para sacar agua para el regadio del maiz”, asegura Hasan Ekici, dirigente local del partido opositor “Gelecek” en Konya.
“El maiz exige mucha agua, eso ha llevado al desastre natural de las dolinas”, apunta en declaraciones a EFE.
La solucion que propone, un trasvase de cuencas fluviales vecinas, tambien tiene criticos, porque las sequias y la escasez de agua afectan a toda Anatolia.
Cerrar los pozos ilegales y volver a cultivos que consumen menos agua quizas sea la unica manera de evitar que la tierra devuelva el golpe y, simplemente, se trague a quienes no paran de explotarla.